RÓTERDAM PARA AMANTES DE LA ARQUITECTURA

Cual Ave Fénix la ciudad holandesa resurgió de sus cenizas para erigirse en la meca de la arquitectura contemporánea. Y es que el 80% de Róterdam desapareció bombardeada en la Segunda Guerra Mundial dando lugar a un mapa vacío donde arquitectos de todo el mundo comenzaron a plasmar sus planos más arriesgados. Y aún lo hacen.

UN MUSEO “DESNUDO”

Ciudad de la arquitectura contemporánea por antonomasia, pasear por Róterdam es sinónimo de ir mirando hacia el cielo, a la amalgama de formas, colores y diseños que recortan el skyline de esta ciudad portuaria y la hacen única en el mundo. Norman Foster, Piet Bloom, Rem Koolhaas… la lista de iconos que han caído rendidos a los encantos de Róterdam en el último medio siglo es bastante larga. Y continuará, pues la ciudad sigue en constante cambio y crecimiento. De hecho, como bien dice el refranero español comencemos por el último en llegar, una joya que promete convertirse en un must arquitectónico de la ciudad (y del mundo): la nueva sede del museo Boijmans.

Este 6 de noviembre abre, tras más de dos años de espera, las puertas del Depot Boijmans Van Beuningen, una enorme esfera de cristal de más de 15.000 metros de superficie convertida en el primer depósito del mundo abierto al público. Con esta nueva estructura las 151.000 obras de arte que posee el museo de la ciudad, además de salas en las que poder ver en directo trabajos de investigación, conservación y restauración, el arte “se desnuda” para el visitante, que podrá pasear en un complejo de cristal entre Bosch, Rembrandt, Van Gogh, Magritte, Mondrian o Monet. Pero si el interior ya enamora, espere a descubrir que el estudio MVRDV no solo “ha desnudado” el museo por dentro. Su exterior circular ha sido recubierto con más de 1.000 espejos que se encargarán de invisibilizar la mole de 40 metros de altura ubicada en el Museumpark y reflejando a todo aquello que se acerque, desde los árboles del parque en que se encuentra a los pájaros que crucen el cielo. Y, claro, también a los curiosos turistas que apunten en el mapa este último icono de la ciudad.

ENTRE DOS ÉPOCAS

Suele ser común que lo primero que uno se encuentra cuando llega a Róterdam es la mole arquitectónica que es su Estación Central. Parar aquí durante un segundo para disfrutar de las dos caras que recuerdan que es la ciudad fruto de dos épocas. Así, en la cara norte el entorno sobrio de finales del siglo XIX del aún en pie distrito de Provenierswijk mientras que la cara sur muestra esa nueva etapa moderna a golpe de un techo de acero con forma de ángulo que se erige hacia el cielo. Un breve paseo desde aquí lleva al barrio de Blaak, seguramente el mejor representante de esta ciudad partida en dos momentos históricos y sede de las icónicas Casas Cubo de Piet Blom. Seguro que poca presentación requiere este sueño hecho realidad de un arquitecto que concibió las viviendas como árboles. Diseñadas entre 1978 y 1984, Blom giró el cubo convencional de una vivienda 45º y lo colocó sobre pilares en forma hexagonal. Hoy 32 casas cubo de un predominante color amarillo conforman el conocido Bosque de Blaak, donde el paseo perfecto termina entrando en una de estas mágicas casas.

Tampoco se puede perder uno el Timmerhuis, un impresionante edificio modular que, como si fuese una nube suspendida, se funde en perfecta sintonía al histórico edificio municipal de los años 50 Stadstimmerhuis. Sus formas recuerdan rápidamente al emblemático De Rotterdam. Lógico, firma este no tan conocido lugar el mismo estudio de arquitectura, el prestigioso OMA.

VIVIR Y COMPRAR

Es el Mercado Central de Róterdam, con forma de herradura, no solo el más grande de Holanda, también una interesante simbiosis entre vida pública y privada. Parada idónea para llenar el estómago, aquí no solo se compra. También se vive. Haciéndose eco de la gentrificación que asola a Europa, el estudio MVRDV creó el pasado 2015 un espacio cuya planta baja recoge un centenar de puestos de comida, mientras que la parte superior pasó a albergar apartamentos residenciales. El mercado, además, seguramente albergue una de las bóvedas más espectaculares del país, pues un puzzle gigante de 4.500 piezas en 11.000 m2, obra de Arno Coenen e Iris Roskam, reproducen a todo color productos que se encuentran en el mercado, edificios emblemáticos de Róterdam e insectos, conformando una renovada y contemporánea visión de las naturalezas muertas de los pintores holandeses del siglo XVII.

ARTE DE PREMIO (PRITZKER)

El ganador del máximo galardón de arquitectura Rem Koolhaas es conocido en el mundo entero por creaciones como la biblioteca central de Seattle y, por supuesto, por el icónico rascacielos de Róterdam de cubos superpuestos rojo que ilumina el puerto de la ciudad. Pero el rey de los edificios tipo collage no solo regaló De Rotterdam a la ciudad, también el poco conocido museo de arte contemporáneo de Róterdam. Es el Kunsthal Museum un edifico cuadrado con suelo inclinado y en espiral con elementos de diseño y materiales que nadie usaría (como plástico corrugado u troncos de árbol cortados toscamente) en un museo escondidos en cada esquina.

HACIA EL CIELO

También cerca del puente, pero en el lado contrario de esta isla de rascacielos se encuentra el parque Het Park, donde la Torre Euromast se erige como otro imprescindible de la ciudad (y una de las mejores vistas panorámicas). La obra de Huig Maaskant de 1960 es un gigante de hormigón reforzado de 185 metros de altura a cuya torre de observación, construida con motivo del Floriade -una feria de jardinería- solo se tarda en subir 30 segundos. Y si se quiere, se puede escalar (con vigilancia profesional, claro).

ARQUITECTURA ACUÁTICA

Para ganar terreno al mar, en lugar de crear suelos como Copenhague en Róterdam han proliferado en los últimos años las construcciones literales sobre el agua. Ya sea su granja flotante (bautizada Beladon y ubicada en medio del puerto Merwehaven, donde 40 vacas y robots viven tranquilamente) o la inmensa oficina flotante de FOR Building que acogerá, entre otros, al Centro climático de las Naciones Unidas, amarrada en la zona del antiguo puerto industrial de Rijnhaven demostrando que una nueva forma de entender el medio ha llegado a Róterdam para quedarse.

EL FUTURO…

Que Róterdam renació como un experimento arquitectónico está claro. Pero que lo sigue siendo también. La ciudad no para de crear, de cambiar, de vibrar. Y no solo sobre el agua. Todo buen turista arquitectónico que se precie debería dejarse caer por el barrio de Katendrecht, antigua zona deprimida reconvertida en epicentro de foodies pero también de arquitectos. Aún sin terminar pero en un estado bastante avanzado, el futurista complejo de viviendas Fénix Lofts se impone en el paisaje portuario erigiéndose sobre un antiguo almacén de puerto. Literalmente. Porque lejos de nacer del suelo, en cristal y con diseño futurista sobre una fachada sostenida por unos “tirantes” industriales las casas parecen flotar sobre el pasado de la ciudad. Obra del estudio de arquitectura Mei, es uno de los proyectos más grandes de los Países Bajos y uno de los mejores ejemplos de la etapa actual en la que se encuentra la ciudad: reutilización de espacios y creación de interiores flexibles. Vecino suyo llegará también el Museo de la emigración, donde el estudio chino MAD Architects firma esta estructura de formas orgánicas cuya espiral será un nuevo punto panorámico de Róterdam.

…QUE LLEGA

Vecino suyo llegará también el Museo de la emigración, donde el estudio chino MAD Architects firma esta estructura de formas orgánicas cuya espiral será un nuevo punto panorámico de Róterdam. También en unos años se espera, para 2024, que se torne realidad en el puerto de Róterdam el Harbour Experience Centre, obra de MVRDV, en un edificio de cubos rotados en altura enfocados hacia los diferentes puntos del puerto. Y si el pasado industrial retorna en estos proyectos, especial mención requiere que el estudio de arquitectura ODA será el encargado de rehabilitar y rediseñar la antigua oficina de correos de Rotterdam – datada de 1916 y una de las pocas estructuras que sobrevivieron al bombardeo de la ciudad – que incluirá la construcción de una torre de 150 metros de altura y se convertirá en un espacio de uso mixto en el corazón de la ciudad. Y, por supuesto, los amantes de la arquitectura brutalista y del arte no deberían dejar de pasearse por las grúas de BRUTUS, la “comunidad utópica” que el artista Joep van Lieshout (Atelier Van Lieshout) ha diseñado aunando vivienda y trabajo artístico.

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