UN HOMENAJE A GAUDÍ
Quien pensase que solo Picasso había hecho mella en Málaga encontrará en el Edificio Gaudí (Av. de la Aurora, 28) una prueba irrefutable. Considerado el más llamativo de la renovación del antiguo barrio de El Perchel, este inmueble de viviendas no pasa desapercibido por sus curiosas formas. En la década de los sesenta el ensanche del centro histórico hacia el este comenzaría a hacerse realidad, dejando, entre otros, esta llamativa torre de viviendas cuyas curiosas formas se inspiran en las casas Batlló y Milà de la ciudad condal. Es más, el tratamiento de las piezas seriadas de sus terrazas le atribuye al edificio un aspecto pétreo también propio de La Pedrera, de la que también toma el uso de los respiraderos-guerreros.
EL ICONO CON MAYÚSCULAS
Aunque si hay que hablar de un icono del paisaje urbano de Málaga, que me perdone el Centre Pompidou, ese es La Equitativa (Plaza de la Marina). Ubicado sobre el solar que una vez albergó la casa palacio del Marqués de Larios en 1956 el arquitecto Manuel Cabanyés proyectaba la sede de seguros La Equitativa. Con 42 metros y 14 plantas, el modelo de rascacielos americano aterrizaba en la Alameda combinando referencias historicistas, regionalistas y exóticas, como la composición en forma de minarete, en un icono del Movimiento Moderno que hoy acoge dos hoteles (recién estrenados, por cierto).
EL ARTE DE LA RENOVACIÓN
La consagración al arte hacia la que se rinde Málaga pocas comparativas puede tener. Pero el reconvertir edificios históricos en museos también merece su reconocimiento. Bien lo sabe la atrevida fachada en acero y muros encalados que alberga el museo Jorge Rando (Cruz del Molinillo, 12), obra de José Antonio González Vargas, que ha transformado lo que fuese propiedad del convento de las Mercedarias en una edificación de planta diáfana que pretende ser un elemento de difusión de la poética expresionista. Y al igual que ésta preserva la antigua galería del noviciado, el patio y la medianera de la iglesia; la que fuese casa del escultor del Siglo de Oro Pedro de Mena, también permite viajar en el tiempo gracias a la intervención del arquitecto Francisco González Fernández. Bautizada como el Museo Revello de Toro (Afligidos, 5), esta joya patrimonial que durante mucho tiempo sufrió intervenciones de todo tipo hoy ejemplifica el poder de la renovación de la Historia a través de la recuperación de elementos originales como su zaguán, galerías, patio, crujías y escalera. Asimismo, no deje de sorprenderse con el savoir faire del mantenimiento de sus sistemas constructivos de muros, forjados de madera con estrechos revoltones, y techumbres de madera y teja morisca.
El Palacio de Buenavista (San Agustín, 8), situado en pleno centro histórico de la ciudad, no solo es un magnífico ejemplo de la arquitectura andaluza del siglo XVI, con elementos renacentistas y mudéjares, es también la sede escogida en 1997 para traer la obra de Picasso a Málaga. Más arte junto no se puede encontrar en toda la ciudad. Declarado Monumento Nacional en 1939, la rehabilitación y expansión del complejo museístico fue diseñada por Richard Gluckman de Gluckman Mayner Architects con Isabel Cámara y Rafael Martín Delgado de Cámara, de Martín Delgado Arquitectos; algo que les valdría el premio Institute Honor Awards for Architecture del American Institute of Architects. Una obra acertadamente sencilla y elegantemente insertada en el entorno y en los alrededores donde los patios, las calles y el arte charlan distendidamente. Y también la historia, pues como mostraron de forma privada los propios arquitectos durante la celebración de Open House Málaga, en su sótano esperan excepcionales restos fenicios y romanos, así como estancias del antiguo palacio renacentista.
ARQUITECTURA DECONSTRUIDA
Saltando a tiempos más actuales, en la zona de ensanche oeste de Málaga atrevidos elementos arquitectónicos propios de la arquitectura deconstruida sorprenden con un espectacular contenedor-multiusos de gran riqueza funcional que se desarrolla a partir de un patio central, propio de la arquitectura del lugar. Resuelto con las más avanzadas tecnologías, tanto en el orden estructural y constructivo, como en relación a las instalaciones, cuya domótica se resolvió en su día de forma muy arriesgada, el Palacio de Ferias y Congresos de Málaga (Av. de José Ortega y Gasset, 201) es magia pura. De Asenjo y asociados se encargó del proyecto.
También en las afueras el edificio de investigación de la Universidad de Málaga Laser 4 UMA LaserLab (Jiménez Fraud, 4), obra de Eboo Arquitectos, bien merece el paseo. En la Calle Jiménez Fraud aparece, sin esperárselo uno, un edificio con forma de U que emana belleza por su simplicidad. Volcándose hacia la vertiente oeste, mostrándose ante el ciudadano, una sola planta de cubierta en blanco y dos grandes aberturas en cristal paralelas recibe, cómodamente sentado, a la ciencia. Además, es fiel representante de la tendencia de utilizar materiales prefabricados.
SEVERIDAD TRANSPARENTE
También obra de uno de los artífices del Pompidou, Javier Pérez de la Fuente, con un juego de zócalos sorprende la sede de servicios municipales del ayuntamiento (Paseo Antonio Machado, 12). En una estructura volumétrica con dos prismas de diferente altura que miran de forma perpendicular al mar con particiones de vidrio, la forma manda, pero también la transparencia -como realidad y metáfora-, pues no dejamos de estar en un edificio de carácter público.
UNA BIBLIOTECA DE PREMIO
Otro ente público que merece unas palabras arquitectónicas es la biblioteca municipal Manuel Altolaguirre (Calatrava, 6), de CDG Arquitectos, que ganaron el primer premio del Colegio de Arquitectos de Málaga en la categoría de Jóvenes Arquitectos el pasado 2009 con este singular proyecto que abraza la naturaleza. Otorgando un oasis verde refugiado del ruido a un duro paisaje urbano que lo pedía a gritos, el espacio y el vecino se vuelven protagonista en esta joya de cemento, por un lado, y de cristal y vegetación, por otro.
TODO UN EXPERIMENTO
Construido en 1961, el edificio Vértice es una oda a la arquitectura blanca mediterránea, aunque sin encalar, y con la atrevida intención de inmiscuirse en debates de metodología arquitectónica desde 2011. Porque fue en este año cuando se hizo realidad una remodelación que entrelazó intenciones conceptuales y experimentales en un destartalado bloque de aires racionalistas en la calle Hilera. Obra de los arquitectos malagueños José Antonio Mota e Isidro Gallego, del estudio Gallego&Mota, la sede del Grupo Vértice está llena de espectaculares líneas diagonales con un hormigón reforzado de vidrio de color blanco que lo convierte casi en una escultura. Totalmente acristalado, el dinamismo manda.
UNA JOYA CLANDESTINA
Perfecto para poner la guinda final al paseo, el interiorismo y la arquitectura se cuelan en Pastrami Club (Álamos, 36), un club oculto tras un bar de bocadillos donde nada en su exterior parece llamar la atención, a priori. Este speakeasy diseñado por Paco Lago conduce directamente a los años 20 del siglo pasado, cuando la Ley Seca hizo que emergieran estos clubes clandestinos. Art déco, un exclusivo juego de luces, espejos y una imponente barra de mármol, marcan, sin duda, el cierre perfecto a esta ruta por una Málaga arquitectónica contemporánea perfecta para descubrir por uno mismo durante todo el año (aunque con mayor lujo de detalles cuando llegue una nueva edición de Open House).