SAN CRISTÓBAL DE LA LAGUNA
La Laguna fue diseñada para que sus calles no se torcieran nunca. Y no es metáfora, sino que el Adelantado Don Alonso Fernández de Lugo la concibió entre 1496 y 1497 como modelo de urbanismo, que luego se repitió en tierras americanas. Precisamente, el ser modelo de ciudad colonial fue la principal de las razones por las que la UNESCO la declaró Patrimonio de la Humanidad en 1999. Situada estratégicamente en el Atlántico, funcionó como nexo de unión de culturas. Rodeada de fértiles tierras y valles, ha sido el centro político y económico de Tenerife. Posición que evidencia el señorío austero de sus casas señoriales, pintadas de albero o azul. El casco histórico de La Laguna se vertebra en torno a tres calles paralelas: San Agustín, Obispo Rey Redondo y Herradores. El convento de San Agustín es tan imprescindible como lo son los guachinches donde se sirven arvejas, garbanzos, tomates aliñaos, papas o pescado salado.
CÓRDOBA, CIUDAD DE LAS LUCES ANTES QUE PARÍS
Córdoba está entre las ciudades más antiguas de Europa. Fundada por los romanos a mediados del siglo II a. de C., vivió su máximo apogeo histórico durante el periodo andalusí. Fue cuando se convirtió en la ciudad más espléndida de Occidente: sus mezquitas, mercados y viviendas seguían un sistema de urbanización único que incluía la iluminación de las calles principales, ¡siete siglos antes que la luz llegara a París! Cualquier visita a Córdoba, debe incluir su prodigiosa Mezquita, construida entre los siglos VIII y XI. Tras la Reconquista, en el centro de la Mezquita se construyó la Catedral cristiana. Detrás de la misma, aguarda el colorido Callejón de las flores. La mezquita-catedral de Córdoba fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1984, y una década después, el reconocimiento se extendió a la totalidad del centro histórico.
CÁCERES, UN PATRIMONIO IDEAL PARA SERIES DE TV
Romanos, visigodos, judíos, musulmanes y cristianos, todos fueron dejando su huella en la ciudad vieja de Cáceres. El centro neurálgico es la Plaza Mayor. En Cáceres, las piedras hablan. Y lo decimos literalmente: en muros y fachadas se pueden ver inscripciones en latín. Declarada Patrimonio de la Humanidad en 1986, su centro histórico es tan cautivador que ha sido escogido para rodar escenas de series tan famosas como “Juego de tronos” o la española “La Catedral del Mar”. La ciudad es la mejor base para explorar la extensa provincia de Cáceres.
TOLEDO, ENCUENTRO DE CULTURAS
“Toledo es alucinante y desmesurado”. Así la definición Ortega y Gasset, que no pecaba de ser fácilmente impresionable. Pero, sin duda, esa es la sensación que nos aguarda al contemplar el resultado de la suma se siglos de historia de coexistencia de las culturas judía, cristiana y musulmana. Esa mezcla le valió ser declarada Patrimonio de la Humanidad en 1986. Prácticamente, todos los estilos arquitectónicos y todas las culturas están ahí desde que los romanos la fundaran con el nombre de Toletum. Paseamos por la Avenida de la Reconquista, cruzamos la Puerta de Bisagra y ya podemos decir que estamos en el corazón histórico de Toledo. Nos espera el fascinante “El entierro del conde de Orgaz” de el Greco, en la iglesia de Santo Tomé de Toledo, como si fuera resumen perfecto del ambiente que se siente en Toledo.
ALCALÁ DE HENARES, LA CERVANTINA
La ciudad donde nació Miguel de Cervantes fue declarada Patrimonio de la Humanidad en diciembre de 1998. Se valoró principalmente el ser la primera ciudad diseñada y construida específicamente como sede de una universidad. Así, en el entramado medieval que posibilitó la convivencia de tres culturas diferentes y que hoy se recorre con parsimonia de turista, salen al paso soberbias construcciones del Renacimiento y Barroco, entre las que destaca la gran obra de la Universidad. Seguro que después de contemplar la fachada renacentista del Colegio Mayor de San Ildefonso, pasear por la Plaza de Cervantes, visitar el Parador o la Casa de Cervantes, vendrá de gusto alguno de los platos tan cervantinos como los duelos y quebrantos o el tiznao de bacalao.
IBIZA, PERLA DEL MEDITERRÁNEO
Cuando dices Ibiza, viene a la mente automáticamente playa y fiestas; pero el verdadero encanto de la ciudad está en la huella aún apreciable que fueron dejado en ella las diferentes civilizaciones que recalaron aquí durante siglos de historia a su paso por el Mediterráneo. Según los historiadores, la ciudad fue fundada en el año 654 a. C. por los fenicios, que vieron en la colina y en la bahía natural la ubicación para su asentamiento. Justamente, cultura y naturaleza fueron los argumentos que valieron para su reconocimiento como Patrimonio de la Humanidad en 1999. El paseo por la capital ibicenca comienza en el puerto, asciende hasta el barrio amurallado de Dalt Vila y culmina en la Catedral (s. XIV-XVIII). Como premio, aguardan algunas de las mejores playas de Islas Baleares a un paso.