En Telegram me escribió gente de Smolensk, que encontró al gatito. Por la noche, la gente caminaba por una de las calles centrales, cuando oyeron un maullido fuerte. Miraron a su alrededor y vieron un pequeño gato. La chica parecía tan infeliz y sucia. Los transeúntes trataron de evitarla.
Al hombre tampoco le gustaba la mirada del gato, quería recoger a su compañero, pero la mujer decidió mirar al gatito.
El pie delantero del bebé estaba cubierto de tierra, y estaba claro que el gato estaba tratando de no pisarlo. La lana también estaba cubierta de barro y rizos, pero lo peor de todo, había miles de devoradores en el abrigo del bebé.
Sobre el bebé, una mujer me escribió. El mensaje decía que si accedía a ayudar al gato, me lo traerían, pero si me negaba, la gente seguiría adelante, dejándola sola. Quedó claro que no había otro lugar para ayudar al gatito, así que le pedí al gato que lo trajera. Pronto la caja con el gatito ya estaba conmigo.La condición del gato era terrible. En la piel del animal había trozos blancos dejados por las moscas. El animal no podía pisar la pata, el pelaje y la piel de la pata colgaban inmóviles.
