MONASTERIO DE PIEDRA, UN OASIS DE AGUA EN LA PROVINCIA ZARAGOZA

AGUA POR DOQUIER

La cascada Caprichosa, con el lago Baño de Diana en su base, es una de las caídas de agua más fotografiadas y bellas del Monasterio de Piedra.

SENDERISMO POR EL PARQUE

Una de las mejores maneras de descubrir el recinto del Monasterio de Piedra es haciendo senderismo y dejando que el murmullo del agua guíe nuestros pasos por el parque. Una caminata de unas dos horas y media aproximadamente permite descubrir todos los rincones de la zona.

CASCADA COLA DE CABALLO

Durante el paseo por el Parque Natural del Monasterio de Piedra, declarado bien de interés natural en 1983, numerosas cascadas nos salen al paso en medio de un entorno idílico. La de la Cola de Caballo es la más alta de todas, con unos 90 metros de caída libre de agua.

RÍO PIEDRA

Uno de los principales responsables de la belleza del lugar es el río Piedra, que a su paso cerca del Monasterio ha ido modificando el paisaje a lo largo del tiempo para crear un oasis paradisiaco de verdor.

GRUTA IRIS

Tras la cascada de la Cola de Caballo, una enorme gruta creada con la paciencia del tiempo recibe al visitante con imágenes casi mágicas, especialmente al atardecer. El Parque Natural ofrece la posibilidad de visitar varias grutas naturales como la del Artista, la de la Bacante, la de la Pantera o la de Carmela.

MUROS CON SIGLOS DE HISTORIA

El estilo de la arquitectura Cisterciense se muestra en todo su esplendor entre las solemnes paredes del Monasterio de Piedra, cuya construcción data del siglo XII.

EL CLAUSTRO

La iglesia, de la que apenas quedan los cimientos, antiguamente daba acceso al claustro. Con grandes arcos apuntados y decorados con motivos florales, a su vez daba acceso a las distintas dependencias del Monasterio.

SALA CAPITULAR

Una de las partes más bonitas del interior del Monasterio es la Sala Capitular. Se trata de una estancia que requería amplitud para poder dar cobijo a todos los monjes, ya que constituía el núcleo de la actividad monástica.

El rumor del agua llega a todos los rincones del Parque Natural del Monasterio de Piedra, un paraje de Aragón donde convergen patrimonio y naturaleza. El río Piedra lo esculpió con el tiempo, creando un vergel de cascadas y lagos. En el siglo XII, unos monjes eligieron aquel lugar aislado para fundar un cenobio de retiro. Situado hoy cerca de Nuévalos, la entrada al parque se realiza por el monasterio que ha conservado el claustro, la sala capitular y la abadía, rehabilitada como alojamiento.

Diversas sendas recorren el espacio, enlazando una decena de cascadas y cuevas que se abren tras las cortinas de agua. La más alta es la Cola de Caballo (90 metros) que esconde la gruta Iris, con salientes que hacen de mirador, aunque es la peña del Diablo el punto más panorámico. El Monasterio de Piedra celebrará en 2017, un evento con exposiciones y conciertos que conmemora los ocho siglos de su fundación bajo el título “800 días para el 800 aniversario”.

Una perfecta escapada de relax para disfrutar del arte y la naturaleza a partes iguales en la provincia de Zaragoza es El Monasterio de Piedra, una joya del Císter rodeada de un paisaje en el que las aguas del Río Piedra han modelado lagos, mágicas grutas e impresionantes cascadas.

¿Cómo llegar?

Llegar por carretera es fácil, por la autovía A-2 dirección Madrid-Barcelona, has de coger la salida 231: Calatayud. Munébrega, Nuévalos. Si vas dirección Barcelona-Madrid, la salida 231: Munébrega, Nuévalos, Monasterio de Piedra. Después hay que enlazar con la A-202. Pasaremos por Nuévalos desde donde hay unas magníficas vistas al embalse de la Tranquera, y tras 2,5 kilómetros, llegaremos al Monasterio de Piedra.

Aparcamiento

Hay un aparcamiento exterior gratuito para coches, autobuses y caravanas en el que el espacio es más que suficiente.

El recinto se encuentra rodeado por una muralla medieval de la que sobresale la llamada Torre del homenaje, accedemos al interior por un arco abierto en esta.

Lo primero que nos encontramos es la zona de picnic con parque infantil, dos restaurantes y al fondo más aparcamientos. Nos dirigimos a las taquillas y sacamos la entrada conjunta para el parque y el monasterio. Tuvimos suerte, la visita guiada comenzaba en 10 minutos, tiempo suficiente para hacer unas fotos del exterior del Monasterio y la entrada del Hotel. Puedes ver precios y horarios del Monasterio de Piedra aquí.

Un poquito de historia

Unos monjes venidos de Poblet en 1194 escogieron este maravilloso lugar, cedido por Alfonso II de Aragón, para fundar un monasterio. Se construyó sobre las ruinas del castillo de Piedra Vieja, del que se aprovecharon la mayoría de sus materiales. Estuvieron casi 700 años, hasta que en 1835 tras la desamortización de Mendizábal el monasterio pasa a ser patrimonio público y se subasta.
Don Pablo Muntadas lo adquiere en 1840 junto con el bosque que lo rodea, y es transformado poco a poco en el maravilloso parque natural que conocemos ahora pasando a ser visitable por el público a raíz del hallazgo por parte de su hijo de la insólita gruta Iris.

El nombre del Monasterio de Piedra no se debe a que esté construido de piedra, que lo está, si no a que Piedra es el nombre del río que forma este paraje natural que atrae a tantos visitantes, ya que une a la perfección arte, cultura y naturaleza por partes iguales.

Visita guiada al Monasterio de Piedra:

Esto fue lo que vimos:
La sala capitular: con cuatro columnas centrales y bóvedas de crucería apoyadas con múltiples columnas en el centro. Todavía se pueden ver restos de pintura original, junto a esta hay un bonito altar Barroco del siglo XVIII, con columnas salomónicas y abundante decoración. La figura central está decapitada, es San Benito de Nursia; fundador de la Orden Benedictina.
De la iglesia del Monasterio de Piedra sólo se conservan algunas partes. Es de estilo románico tardío, con arcos góticos y la torre de estilo mudéjar.
En la iglesia destaca la cabecera con un ábside de cinco paños decorada con ventanas de arco de medio punto y yesería mudéjar. La fachada occidental tiene un rosetón formado por siete círculos tangentes. La fachada sudoeste con un pórtico tardorrománico con arco de medio punto y cinco arquivoltas sobre columnas con capiteles decorados con motivos vegetales. Es preciosa la capilla barroca.
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